jueves, 7 de julio de 2011

¿Cuál Independencia?

El pasado 5 de julio se cumplieron doscientos años de la proclamación de la independencia de Venezuela, hecho anunciado solemnemente a las tres de la tarde de ese día por Juan Antonio Rodríguez Domínguez, a la sazón, presidente del Congreso.
Grandes batallas se libraron posteriormente para sacudirnos del yugo español y para lograr la anhelada libertad, hasta llegar al campo de Carabobo el 24 de junio de 1821, donde nuestro ejército patriota bajo la conducción del genio inmortal de Simón Bolívar, derrotó al ejército realista. Con este triunfo se aseguró la independencia de Venezuela, la cual se consolidó posteriormente con la victoria obtenida en la batalla naval del Lago de Maracaibo el 24 de julio de 1823 y con la toma de Puerto Cabello, el  8 de noviembre de ese mismo año.
Muchos fueron los héroes de esa magna gesta que arriesgaron y ofrendaron sus vidas por la independencia y libertad de nuestra patria y por eso siempre les recordamos y les rendimos todos los honores que merecen.
Ahora, después de doscientos años, en pleno siglo XXI,  bajo un régimen que mediante la práctica de la máxima maquiavélica “el fin justifica los medios”, quiere imponer a toda costa el comunismo, podemos asegurar que si nuestro Libertador estuviera vivo, no se cansaría de repetir sus palabras “he arado en el mar y he sembrado en el viento”.
Y no es para menos. Mucho costó lograr la independencia, la unificación del país después de las guerras civiles y del caudillismo, la salida de dictadores, la eliminación de las guerrillas castro comunistas, la pacificación y finalmente tratar de construir, con defectos y virtudes un estable sistema democrático, para que en el lapso de los últimos doce años nos encontremos en una encrucijada y obligados a pensar: ¿Cuál independencia y cuál libertad? ¿Qué celebramos?
Una reflexión superficial sobre el tema sencillamente nos llevaría a concluir que hoy más que nunca somos dependientes, porque bajo la dirección del sátrapa que nos desgobierna, se ha hecho entrega de parte de nuestro territorio, se han realizado contratos petroleros completamente desfavorables para nosotros incluyendo regalos a países como Cuba que trafica con este valioso recurso en el Caribe. Se han regalado materiales y equipos de nuestras fuerzas armadas como por ejemplo a Bolivia y Ecuador. Se han construido viviendas, carreteras, escuelas, hospitales, aeropuertos allende nuestras fronteras y se han efectuado dádivas por miles de millones de dólares a organizaciones y grupos extranjeros con fines inconfesables.
Aparte de eso, el sátrapa recibió el gobierno en el año 1999, con una deuda externa de unos 30.000 millones de dólares, la cual pudo haberse pagado, no obstante, lo que hizo fue cuadruplicarla, principalmente con la adquisición de equipos y sistemas de armas militares que bajo ningún concepto constituyen una prioridad para el país.
Asimismo se han ejecutado acuerdos y convenios, con China, Rusia, Bielorusia y otros países, cuyos montos en divisas desconocemos realmente, pero que de acuerdo con las versiones de algunos economistas, podrían estar en el orden de los 25.000 millones de dólares.
A ello hay que agregar lo correspondiente a la deuda interna y a todo lo que financieramente constituyen los pasivos laborales que se tienen pendiente con una significativa población de trabajadores y pensionados.
De cual independencia podemos hablar si somos esclavos del petróleo, porque no han logrado la diversificación de la economía, han destruido paulatinamente el aparato productivo del país, han realizado expropiaciones innecesarias y todo lo posible por ahuyentar a los inversionistas.
Cual independencia, si ya el venezolano común no puede ni siquiera tener acceso a los alimentos de su dieta diaria, primero porque no los consigue y segundo porque la inflación bestial que existe y el sueldo o salario miserable que devenga así lo impide.
Mucho cacareo con el asunto de los territorios socialistas para la agricultura y las actividades pecuarias que no dan resultado, basta sólo con analizar las estadísticas referidas a los movimientos de importación para detectar que jamás como ahora se importan tantos alimentos sin discriminación de origen y sin importar la calidad de los mismos, tómese como referencia el caso de los miles de millones de dólares perdidos por los sucios negocios realizados por la empresa denominada PEDEVAL.
Pero no sólo son alimentos, aquí en este país se ha impuesto lo que podríamos llamar la “cultura del contenedor”, porque se importa desde una aguja hasta un avión, por cierto principalmente fabricados en China.
Cual independencia, si se ha construido un estado paralelo con participación de esbirros cubanos que dirigen y dominan muchos cargos en diversas instituciones venezolanas incluyendo la gran influencia que ejercen en el seno de la fuerza armada y en nuestros sistemas de inteligencia e identificación.
Cual independencia, si el venezolano vive hoy en día más asustado que nunca porque como aquí decimos “si no lo agarra el chingo lo agarra el sin nariz” referido al hecho de que si no lo aborda un delincuente lo hace un miembro de un organismo de seguridad, para amargarle la vida.
Cual independencia, si los otros poderes contemplados en la Constitución Nacional, carecen de autonomía ya que están literalmente arrodillados ante el sátrapa y éste a su vez lo hace ante su mentor, el genocida, asesino y chulo Fidel Castro, quien no sólo lo dirige como le da la gana si no que lo obnubila y lo embelesa de tal forma que lo obliga a quedarse en Cuba hasta que él lo considere conveniente, a sabiendas de  que esa acción constituyó una violación más a nuestra carta magna.

Definitivamente, no podemos decir que somos independientes; ello sería una contradicción. Lo que tenemos ahora es una nación dividida entre blancos y negros, entre  camaradas y escuálidos, entre patrioteros y golpistas, entre “robolucionarios” y opositores. Un país que no puede resguardar a sus ciudadanos y los deja a merced del hampa, donde hay hambre y miseria, hacinamiento y falta de atención en los hospitales; un país endeudado groseramente, con la inflación más alta del continente; un país violento donde la educación es ya precaria y se han invertido los principios y valores; un país donde predomina la “cultura de la piñata” donde el que da más palos y abarca más, también recoge más; un país donde se impone y se regodea la corrupción roja; un país donde las fuerzas armadas perdieron la institucionalidad y la constitucionalidad y sus integrantes gritan lemas extranjeros de patria o muerte y rinden culto a una persona; un país donde los ciudadanos son embaucados con promesas incumplidas y obligados a efectuar interminables colas para recibir míseras sumas de dinero y para comprar alimentos de mala calidad; un país donde aún funciona la “lista tascón” como una aberrante forma de segregación, si  eres rojo todo y si no lo eres, nada.

Todo lo narrado no requiere de un diagnóstico ni de una radiografía para saber que existe, porque lo estamos viviendo. Este es el país que tenemos luego de doce años de actuación de un paupérrimo régimen que por cierto ha administrado una cuantiosa fortuna, cuyo buen uso y empleo,  nos hubiera permitido estar entre los primeros países de la región.
Es por eso que todos nosotros, los venezolanos de bien, que queremos una verdadera independencia y libertad para esta noble patria, debemos unirnos y retomar la lucha en forma decidida para salir de esta tragedia que nos afecta profundamente. Realizar todo el esfuerzo necesario, con el fin de planificar y ejecutar todas las acciones que se requieran para hacer cumplir los principios y mandatos establecidos en la Constitución y de esta forma poder restablecer  plenamente el único sistema de gobierno allí señalado que no es otro que una verdadera democracia.

Edgar Bolívar
Nota:
Puedo dar fe y asegurar que todo lo expresado en este artículo, no constituye un juicio de valor.
Esto forma parte de la historia contemporánea y actual de Venezuela. Para lectores extranjeros, les sugiero que consulten las páginas web de medios de comunicación venezolanos, del Ministerio Público,  Tribunal Supremo de Justicia,  Fuerza Armada, Banco Central de Venezuela, gremios, organismos públicos y si es posible que tengan acceso a la Constitución Nacional para que se percaten como es violada por todos los poderes cuando les viene en gana.

lunes, 20 de junio de 2011

La Grave Crisis Penitenciaria de Venezuela y los Responsables Actuales


La situación carcelaria y del régimen penitenciario que actualmente presenta Venezuela, no es nueva. Ya desde el principio de la década de los 80's, se iniciaron los problemas como consecuencia lógica, principalmente del incremento de la población penal y de la falta de una infraestructura adecuada para su alojamiento.
Se implantaron las mafias con la complicidad y el visto bueno de las autoridades civiles de esos establecimientos, con la cooperación de algunos guardias nacionales inescrupulosos y la participación activa de los custodios adscritos al ministerio del interior, quienes tenían la responsabilidad directa de la vigilancia interna, por cierto sin tener ninguna instrucción técnica para asumir y cumplir en forma eficiente esas tareas.
En las cárceles venezolanas de ese entonces hasta el año 1998 se consumía drogas y se traficaba con ellas, se introducían armas blancas y de fuego, las bandas y pandillas  luchaban a muerte por lo que consideraban sus espacios y territorios, los derechos humanos eran violados y los integrantes de la cadena responsable de suministrar una alimentación decente a los reclusos los ponían a comer basura para robarse el dinero. Los traslados de los internos hacia los tribunales dependían del criterio de los directores y en casi todos los casos tenían que pagar; las asistencias médica y odontológica eran precarias y en regla general se tenía que aportar dinero para casi todo, hasta para garantizar una mínima seguridad y de esta manera preservar la vida.
Esa era la cruel realidad. Es innegable. Pero lo que jamás debemos olvidar es que con conocimiento de todos los males que nos aquejaban , como consecuencia de los desatinos de  gobiernos anteriores, el sujeto que hoy hace todo lo posible por destruir al país, realizó una serie de promesas para solucionar la problemática planteada.
Así, entre cientos de cosas, prometió literalmente acabar con los niños de la calle, también declaró que a la luz de la "más moderna constitución del mundo" terminaría con la grave crisis penitenciaria y que todos las cárceles venezolanas serían convertidas en centros de rehabilitación.
El asunto es que han transcurrido más de doce años después de esas promesas y a pesar de contar con todos los recursos financieros necesarios para la solución del problema, lo que hemos visto es la potenciación de todos los vicios existentes y la incorporación de otros delitos relacionados con el sicariato y el secuestro que en esos recintos se planifican con todas las características de la delincuencia organizada, en lo cual para alcanzar el nefasto éxito de las operaciones y garantizar la impunidad deben necesariamente participar integrantes de la población penal, de la custodia interna, custodia externa, ministerio público, poder judicial y la dirección de los establecimientos penitenciarios.
Con este escudo blindado de esa asociación para delinquir, pueden algunos reclusos sentenciados o no, abandonar sus celdas de noche para cumplir las macabras misiones ordenadas por las mafias y luego regresar como si nada. Así entra la droga, se consume y se distribuye; así ingresan armas blancas, armas automáticas y semi automáticas, granadas de mano y armas contundentes.
Muchos son los elementos de convicción que se han recopilado a lo largo de todos estos años de involución, suficientes para juzgar y sentenciar a las personas involucradas, pero es mayor el grado de complicidad entre todos los entes relacionados con el problema, que la voluntad de lograr limpiar aunque sea algo ese putrefacto sistema. Y si las personas, inmersas de alguna manera en esta trágica situación penitenciaria, que ocupan altas posiciones en el régimen, alegan que no son culpables, aún así, jamás podrían eludir la responsabilidad que tienen y deben ser sancionados, por lo menos moralmente, lo cual debe pasar por un reconocimiento de la incapacidad e ineptitud que poseen y por la renuncia a sus cargos.
Más de doce años en el usufructo de un poder corrupto para ver que en este sentido no se ha avanzado nada, para llegar a la situación de muertos y heridos ocurridos en El Rodeo, nada diferente a lo que ocurre a diario en otras prisiones venezolanas.
Pero eso si, el cinismo que caracteriza a la pandilla revolucionaria no se hace esperar, de inmediato y en coro que sale de todos los recovecos de los miembros "tuqueques" del régimen, se escucha el insulto, la descalificación, la vulgaridad y la acusación de culpabilidad de lo que peyorativamente denominan la cuarta república.
Esta es una muestra más de la incompetencia, ineptitud, incapacidad, corrupción, cinismo y desprecio total por el pueblo venezolano, de parte de una nueva especie de jauría política retardataria, resentida y especialmente corrupta que disfruta y celebra en grande todos los actos de derroche que realiza para beneficio de otros países, el indudable sátrapa quien sólo significa luz para fuera y oscuridad para su casa.
Ya van para trece años, trece años corruptos miserables...!
                                                                                                                                                                     

En esta fotografía los ministros que por ley deben garantizar la seguridad del país en todos los sentidos y su jefe inmediato, el vice presidente. Reuniones y burocracia plena, sin soluciones prácticas para nada. Por cierto, el ministro del I y J y el vice presidente podrían hablar fácilmente del historial de encapuchados que poseen y de como los actos vandálicos que realizaban, como por ejemplo la quema de vehículos si era buena para sus causas.







En esta fotografía, el comandante general de la otrora Guardia Nacional de Venezuela, Centinela Permanente de la Patria, al lado del vice ministro de seguridad ciudadana, trata de explicar el ingreso de estas armas y drogas al penal.  En todo caso debió ordenar esta explicación al actual jefe del Comando Regional Nro 5, también responsable de la seguridad de ese recinto. Seguramente lo hubiera hecho con el mismo afán que pone de manifiesto para insultar, ofender y agredir a cualquier manifestante en contra de su titiritero.

miércoles, 9 de febrero de 2011

El Circo Mayor de la Asamblea Nacional

La presentación en la Asamblea Nacional, de los tristemente célebres personajes que actualmente ocupan altos cargos en eso que llaman gobierno revolucionario y bolivariano, no pudo ser más tragicómica. Allí estaban el ministro de la defensa y el ministro del interior y justicia, nada más y nada menos que los responsables de la seguridad integral del país.
El ministro del interior empleó la mayor parte del tiempo en la exposición de los logros alcanzados en materia de seguridad ciudadana y en la exaltación de la Policía Nacional, la cual según él, constituye la panacea para la solución de los graves problemas que azotan al país en la materia que le compete, en la cual por cierto, ha demostrado una incapacidad total que lo ha llevado de fracaso en fracaso.
Puras cifras "maquilladas", puras estadísticas frías que no le dicen nada al venezolano que día tras día debe luchar contra ese fantasma que significa la inseguridad, principalmente en los sectores populares más necesitados . Manifestó el orgullo de haber participado en la generación y promulgación de diversas normas tendentes a mejorar la actuación policial en sentido general y se refirió a la resolución que regula el porte, uso y tenencia de armas por parte de los cuerpos policiales, pero se le olvidó mencionar que han colocado a los agentes del orden público en una situación de minusvalía con respecto a los hampones comunes, debido a que no reciben la dotación adecuada de armas automáticas de mayor potencia y versatilidad. Asimismo olvidó lo referente a los uniformes, chalecos antibala, escudos y cascos para la protección integral de los mismos. 
Parece que no le dice nada el hecho de que por lo menos en el continente, Venezuela ocupa el primer puesto en homicidios mensuales como consecuencia de la actuación de los delincuentes, en muchas ocasiones con impunidad total. . Es posible que se exprese en la forma como lo hizo, porque él no conoce la inseguridad. El y sus familiares están rodeados de escoltas y sus casas están protegidas de manera permanente. Puro embuste ministro y eso lo aprendió usted de su maestro el cuenta cuentos.
El ministro de la Defensa, un oficial del ejército que realizó curso en la Escuela de las Américas (Fort Benning, Georgia, USA)  donde también fue instructor por el lapso de dos años, los cuales disfrutó plenamente viajando por todo el imperio, a una de las preguntas realizadas dio como respuesta que antes aquí habían asesores gringos por todos lados. Eso es cierto, si tuvimos asesores americanos, esos mismos que le enseñaron a él la doctrina y el arte de la guerra. No se equivocó, eran asesores. Por eso no puede jamás comparar esa situación con la de los cubanos. Ellos han desplazado de puestos claves y estratégicos a muchos venezolanos, pero en el caso concreto de las Fuerzas Armadas, es más notorio, porque sin eufemismos, se han apropiado tal como se escribe, de los servicios de inteligencia, han establecido el control y seguimiento de sus integrantes, han sembrado la cizaña necesaria para la desconfianza entre ellos. El hecho de que ahora envíen a oficiales a realizar cursos a Cuba lo dice todo: adoctrinamiento. Por otra parte se refirió a la compra de armas como algo necesario. Sólo quiero recordar que nuestra Fuerza Aérea, por ejemplo,  era una de las mejores de la regíon con su grupo de caza constituido por el sistema de los F-16, hoy en día prácticamente perdido por caprichos de quien odia al imperio pero le vende todo el petróleo que requiere, haciendo gala de la falsa y doble moral que le caracteriza. Puro embuste ministro. Puro cuento.
Nuestro país lo que necesita con urgencia es la presencia de excelentes gerentes que generen proyectos y planes para ser desarrollarlos con eficiencia y en el tiempo previsto. En materia de seguridad, esto necesariamente tiene que ver con la erradicación y si es posible, la eliminación definitiva de todos los grupos armados irregulares que hay en nuestro territorio, sea cual fuere su naturaleza o su ideología, de terminar con las bandas mafiosas, de sanear de verdad los cuerpos policiales, la construcción en cada estado de centros penitenciarios decentes, la reconstrucción del genuflexo poder judicial, la reconstrucción del ministerio público  y el diseño y ejecución de políticas concretas y eficaces para luchar contra todo lo que signifique inseguridad.
Hasta cuando van a seguir echándole la culpa a lo que ellos en forma peyorativa llaman la "cuarta república": Parece que no recuerdan aquello de los famosos "cuarenta años hermanos, cuarenta años bajo el yugo de adecos y copeyanos". Y es que no les conviene recordarlo porque tendrían que sumarle doce años más de desaciertos, corrupción atroz, muertes, incapacidad, involución y otros males más que casi nos conducen por el camino de la destrucción.
Razón tiene el profesor Agustín Blanco Muñoz cuando dice que este desgobierno sólo habla del pasado y del futuro. Del pasado para echarle la culpa a los demás como si estuvieran recién llegados al poder y del futuro para manifestar lo que harán sin que nunca se materialicen sus proyectos ni siquiera por pequeños que sean como el caso de la "ruta de la empanada" o el de los "gallineros verticales" a pesar de todo el dinero que allí se gastó sin control alguno. Puro Cuento...!

lunes, 17 de enero de 2011

Idiota No es Cualquiera.

Segùn el Idiota de Miraflores: "los premios Nobel:  Vargas Llosa y Liu Xiaobo son dos idiotas!! y màs idiotas, los que le dieron el premio!!". 

Este artículo salió en un diario de Buenos Aires.
 
Idiota no es cualquiera:

Se necesita vocación y entrenamiento. Sea cual sea el empaque. Porque hay varias clases de idiotas: los invisibles y los que encandilan. Los inoloros y los que apestan. Los insípidos y los que empalagan. Hay idiotas con toga e idiotas con botas. Hay idiotas de reciente cosecha y los hay añejados. Hay idiotas por conveniencia y hay idiotas por convicción. Todo idiota, sin embargo, tiene su equipamiento básico: una serie de rasgos peculiares que lo definen y lo separan del resto de la especie.


El idiota típico, por ejemplo, no distingue colores ni matices. Ve el mundo en blanco y negro. Alimenta su discurso con dicotomías. Pobres y ricos.
Patriotas y lacayos del imperio. Buenos y malos. Capitalismo y socialismo.
Obama y el otro. El idiota practica el autoengaño. Cree que maneja a los demás... y los demás lo usan. Lo ponen, verbigracia, a dar insultos a un gringo en tierra ajena, mientras el anfitrión voltea su estrabismo para desentenderse. O algún analfabeto presidente, embutido en un poncho, le organiza un acto de adulación para vaciarle la bolsa mientras habla.


El idiota no sabe lo que dice. Usa la lengua pero no el cerebro. Le rinde culto a la consigna. Llama a formar 'uno, dos, tres Vietnam ', sin recordar el sufrimiento que un solo Vietnam le causó al mundo. O grita a todo gañote: Patria, socialismo o muerte', como opciones alternativas de futuro. Como una amenaza enarbolada a los cuatro vientos, que deja sin espacio a quienes creen en la humanidad, la libertad y la vida.   El idiota no sabe sacar cuentas. Se mira en el espejo y grita '¡Somos dos!'. El idiota, en efecto, asocia a su país con tres países pobres y pequeños..... y cree que el imperio está temblando. Venezuela , Cuba , Bolivia y Nicaragua se embarcaron en esa aventurilla que es ALBA. Unidos suman unos 50 millones de habitantes. La mitad de los que tiene México. La cuarta parte de los de Brasil. La sexta parte de la población del imperio. Obama no se ha dado ni cuenta de que el ALBA respira. El idiota no sabe que los demás lo ven.
Persigue al hombre de su vida (sino existiera Bush lo inventaría) por toda América Latina, y luego dice que aquél lo anda buscando. Monta un show de bostezos y de insultos en un pequeño estadio de un barrio bonaerense y luego va a dormir en el Super lujoso Sheraton hotel. Prédica y conducta por distintos rumbos.
El idiota no tiene identidad política. En Argentina se proclamó hijo de Bolívar, de San Martín, de Tupac Amaru , del Ché Guevara y de Perón. Cuando visita Cuba es hijo de Martí. En Nicaragua es hijo de Sandino. En Perú, de Velasco. En la China , de Mao. Esa mezcla de padres tan disímiles tal vez sea responsable del desorden ideológico que el pobre idiota carga entre verruga y ceja.
El idiota prefiere lo parejo. Le tiene miedo a la diversidad. Por eso quiere un partido único donde todos complazcan sus caprichos. Y un pensamiento único que evite la comezón de la disidencia. Y un líder único y eterno, cuyo dedo decida el rumbo el país.
El idiota no asume responsabilidades. La culpa es siempre de otro. Del neoliberalismo. Del imperialismo. De la oligarquía. De los medios de comunicación. De sus ministros, incluso. Es un experto en el arte de lavarse las manos. El idiota se cree grande porque hay otros idiotas que lo aplauden. El idiota se cree tigre de acero.

El idiota no sabe que el acero también se derrite.
(Copia textual del artículo)